La Unión Europea plantea un drástico plan para dejar de depender gas y otros combustibles fósiles de Rusia.

Cada vez más países se suman para reducir la importación del gas y el petróleo de Rusia, debido a su invasión Ucraniana. Los de la Unión Europea son los mas expuestos ya que recibe aproximadamente 40% de su gas de Rusia.

Según cifras de la no gubernamental Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E), esa dependencia cuesta unos US$118.000 millones diarios.

Pero a un ritmo casi imposible, la Unión Europea plantea una estrategia que podría reducir en dos tercios la dependencia de esta fuente de energía en un año.

El llamado plan REPowerEU -una medida conjunta de Europa para lograr energía más barata, segura y sustentable- tiene como objetivo desprenderse del consumo de combustibles fósiles rusos para 2030, aunque la acción inicial se concentrará sólo en el gas.

La hoja de ruta propone esencialmente encontrar suministros de gas alternativos en los próximos meses y mejorando la eficiencia del consumo energético mientras se redobla la búsqueda de fuentes de energía verde en el mediano y largo plazo.